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martes, 31 de mayo de 2016

Diástasis abdominal. Qué es y tratamiento

La diástasis abdominal o diástasis de rectos es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, en condiciones normales, los mantiene unidos entre sí, y a la línea media del cuerpo, la denominada línea alba. Se trata de un problema funcional y estético más habitual de lo que pudiera parecer. Por ejemplo, un 66% de las embarazadas sufren diástasis en el tercer trimestre. Esta situación puede que no se resuelva espontáneamente en el postparto e incluso se mantenga por varios años si no se interviene para corregirla.


La diástasis suele producirse por diversas causas: el aumento de presión en la zona abdominal al realizar abdominales con mala técnica sin protegerlos (sin meter la tripa), el aumento de peso durante la gestación y los partos complicados también aumentan la presión abdominal y el estreñimiento o tos de forma crónica, así como los cambios de peso pueden provocarla.

Para comprobar si realmente padecemos diástasis, hay varias formas:

  • Mediante la palpación: tumbado boca arriba con las piernas dobladas, colocamos los dedos sobre la línea media del cuerpo (por encima y por debajo del ombligo), levantamos la cabeza como si hiciéramos un abdominal y miramos qué sucede en nuestros dedos. Si notamos una separación en nuestros dedos (dos dedos o más), y la musculatura no nos ejerce ninguna presión, podemos concluir que hay diástasis. En algunos casos, podemos ver durante el movimiento que sobresale parte del abdomen a lo largo de la línea central, hablaremos entonces de hernia abdominal. 
  • Mediante instrumentos de medida: desde un ultrasonido hasta un calipper. 

Tras un parto complicado, el signo más evidente de la diástasis de los rectos abdominales es que la tripa queda algo colgando y no disminuye pasados unos meses, pero otros síntomas pueden ser: la incontinencia urinaria, los dolores lumbares, las malas digestiones con gases o el estreñimiento.


Para recuperar el tono de la faja abdominal, un buen ejercicio es la práctica de Gimnasia Abdominal Hipopresiva (GAH), que consiste en fortalecer la faja abdominal sin aumentar la presión en el abdomen y de esta forma evitar dañar el suelo pélvico. Para los casos más difíciles, existe la opción del uso combinado de GAH y tecarterapia uroginecológica de Capenergy que consigue una reclutación mayor de fibras y puede trabajar más volumen muscular, logrando excelentes resultados en poco tiempo sin necesidad de analgésicos ni padecimiento por parte del paciente.

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