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lunes, 13 de junio de 2016

La incontinencia urinaria: definición, tipos y tratamientos

La incontinencia urinaria (o vesical) se presenta cuando uno no es capaz de impedir que la orina se escape de la uretra, el conducto que la transporta fuera del cuerpo desde la vejiga. Es posible que la orina se escape de vez en cuando o que uno no pueda contenerla. Según la OMS, la Incontinencia Urinaria (IU) se define como "la pérdida involuntaria de orina que condiciona un problema higiénico y/o social, y que puede demostrarse objetivamente".


Existen diferentes tipos de incontinencia urinaria:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE): pérdida involuntaria de orina asociada a un esfuerzo físico (toser, reír, saltar…) que provoca un aumento de la presión abdominal. 
  • Incontinencia urinaria de urgencia (IUU): pérdida involuntaria de orina acompañada, o inmediatamente precedida, de “urgencia” miccional. 
  • Incontinencia urinaria mixta (IUM): percepción de pérdida involuntaria de orina asociada tanto a urgencia como a esfuerzo. 
  • Incontinencia urinaria por rebosamiento: forma de goteo asociada a una sobredistensión vesical, produciéndose un vaciado incompleto. 
  • Enuresis nocturna: pérdida involuntaria de orina durante el sueño. 
  • Incontinencia urinaria transitoria: aparece por un tiempo limitado y suele ser secundaria a otras causas. 
  • Incontinencia urinaria establecida: persiste después de las cuatro semanas de su instauración, tras actuar sobre la etiología posible. 
  • Incontinencia urinaria funcional: está presente en casos de deterioro cognitivo y en personas de escasa movilidad, con limitaciones que le impiden llegar a tiempo al baño. 

Los principales factores de riesgo para sufrir esta patología pueden ser la edad avanzada, enuresis en la edad infantil, infecciones del tracto urinario, deterioro cognitivo y funcional o enfermedades neurológicas. En el caso de las mujeres, puede asociarse a un parto por vía vaginal, al embarazo, a la obesidad, a una histerectomía y cirugía pelviana, a un prolapso de los órganos pélvicos, a la debilidad congénita del tejido conectivo, al tabaquismo, etc.; en los hombres, los síntomas del tracto urinario inferior (STUI), una cirugía de próstata, una prostatectomía radical o HPB o una cirugía pelviana pueden ser también algunas de las causas.


Su tratamiento depende de la forma como los síntomas afectan a la vida cotidiana. Primero es necesario llevar un diario miccional, en el que debe registrarse la cantidad de veces que se orina durante el día y la noche y la frecuencia de las fugas de orina. Seguidamente elegiremos el tratamiento que mejor se adapte a su situación:
• Cambios de comportamiento.
• Entrenamiento de los músculos del suelo pélvico.
• Tecarterapia uroginecológica.

En el caso de la tecarterapia uroginecológica, el avance tecnológico de Capenergy ha logrado crear un dispositivo intracavitario altamente especializado para tratamientos no invasivos para patologías de este tipo. Esta tecnología consiste en energía de radiofrecuencia entregada de forma controlada gracias a la presencia de sensores de temperatura que permiten conocer en todo momento la temperatura alcanzada en los tejidos internos y externos, aportando así una total seguridad del paciente. Además, logra resultados realmente notables, teniendo siempre en cuenta que cada paciente responde de manera distinta a un mismo tratamiento.

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